Luis Lora
Después de tantos años el arquero Sebastián Viera se despide del club en el que ahora se va como ídolo y máximo ganador hirtorico de la institución. Sin dudas el uruguayo marcó época en el equipo del Atlántico colombiano. Sin embargo el futbolista aún no se ve colgando los guayos y podría jugar en otro conjunto antes de dar por sentado un retiro definitivo de las canchas.
Cabe mencionar que Viera pretendía seguir con el club por lo menos otro año más, pero las intenciones de Hernán Darío Gómez de no contar con el hizo que se tomará la decisión en conjunto de dejar las cosas así. Al arquero le organizaron un evento en la ventana de campeones a cargo de la Alcaldía de Barranquilla en conjunto con los hinchas y el club.
El guardametas habló para Caracol Radio y contó lo que significa salir del Junior pero espera poder superar todo rápido. «Haciendo esa transición, espero hacerla rápido cuando sepa qué haré de acá en adelante y cambiar rápido ese chip, que no será fácil porque de la noche a la mañana me cambiaron los planes… Salieron lágrimas al salir de Junior, me acordaba de cosas, pero es normal, hace parte del proceso. Estoy contento, pero sí, obviamente es algo duro que uno debe vivir y superar».
También mencionó que la despedida siempre fue en los mejores términos independiente de los eventos y mensajes que le dedicaran. «La despedida se manejó como se manejó. No me cambia mucho que pongan un video en redes sociales, una foto o unas palabras más o menos. Con que me hayan respetado en la interna, me hayan dicho las cosas, me valoraran y me hayan dado el lugar, alcanza y sobra«.
¿Sebastián Viera jugará en otro club colombiano?
Sebastián Viera fue claro que no jugaría en otro club colombiano además de Junior, pero se mostró abierto a posiblidades siempre y cuando cumplan con sus condiciones. «Me daré estos seis meses para hacer la transición y prepararme para retomar muy bien… Dije que no jugaría en otro equipo que no sea Junior y en Uruguay no jugaría en otro que no sea Nacional. Iría a jugar en donde no tuviera que hacer sacrificios por mi familia sino que estemos todos contentos y lo disfrutemos. De no ser así, dejaría de jugar al fútbol».
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El futbolista no tiene apuros y ve la capital del Atlántico como una casa después de más de 10 años. «Mi esposa es de Barranquilla y desde hace muchos años tenemos estabilidad acá. No existe tanta necesidad de salir a buscar algo en otra parte, estoy al final de mi carrera y lo que venga que sea para sumar… Hoy en día en Colombia me respetan mucho y eso lo valoro. Los logros pasan, el dinero pasa, pero el reconocimiento del deber hecho es impagable«.