Gabriel Díaz Rodríguez
Max Verstappen, en su afán de lograr conseguir todos los puntos posibles en el pasado GP de España, tuvo que desobedecer en más de una ocasión a su ingeniero de pista. Este le decía que aflojara el ritmo, pero Max no quiso y al final se llevó la vuelta rápida de la carrera. Su jefe Christian Horner ha dicho que hablará acerca de ese incumplimiento de órdenes.
En ese momento de la carrera, Verstappen lideraba con clara comodidad en Barcelona, 20 segundos de ventaja hacia el 2° Lewis Hamilton.
Además, el neerlandés ya se estaba pasando con los límites de pista al ser avisado hasta 3 veces por el equipo y los comisarios, aunque al final no lo sancionaron.
«Él y su ingeniero tienen una relación de pareja de ancianos casados. Puedes escucharlos hablar por radio casi como discutiendo sobre ‘qué canal deberíamos ver'», aseguró Christian Horner, jefe de Red Bull a ‘Sky Sports’.
«Habiendo tenido tres avisos, el siguiente era una penalización de tiempo y si hubiera habido un coche de seguridad o algo así habría sido doloroso«, añadió Horner.
«El ingeniero estaba tratando de controlar a Max y decirle: ‘No corras riesgos, trae el coche a casa y mantenlo entre las líneas’. Pero creo que Max no era consciente de que estaba excediendo los límites y sólo quería ese punto extra por la vuelta rápida», afirmó el británico.
«Él está en el coche y lo sabe. Por supuesto hablaremos de eso. En una situación con más que perder hablaríamos de eso con mucha firmeza», apuntó Christian.
«Nosotros todo lo que podemos hacer es pasarle la información y él elige qué hacer con esa información. Él tiene el control«, sentenció el jefe de Red Bull.
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