Juan Pablo Oclassen
Cristiano Ronaldo generó la noticia deportiva más importante en el cierre del año. Se hizo oficial su llegada al Al Nassr FC de Arabia Saudita para ponerle fin a su carrera como futbolista. Con 37 años y después de un 2022 para no recordar en cuanto a rendimiento, el portugués decidió convertirse en el jugador mejor pagado en la historia.
¿Cuál es el problema con eso? Pues, se convirtió en un esclavo de sus propias declaraciones del pasado. En el 2015, CR7 dijo que quería terminar su carrera jugando al máximo nivel y que nunca se iría a una de estar ligas exóticas como la de los Estados Unidos, Catar o China. Por ese entonces, Xavi Hernández había decidio irse al Al-Sadd de Catar después de ganar la Champions League.
Años más tarde, Andrés Iniesta también decidió ponerle fin a su carrera en la élite europea para ganar dinero en Japón. Lionel Messi también puso sobre la mesa marcharse a la MLS después de su exitoso paso por el Barcelona, pero se agudizó la crisis económica en el blaugrana y le tocó irse al PSG. Sin embargo, y ante lo declarado, nadie pensó que Cristiano terminara jugando en el fútbol saudí.
Las declaraciones de Cristiano Ronaldo
Todo comenzó con su decisión de volver al Manchester United. El club no pasa buenos días desde que Alex Ferguson se marchó de la dirección técnica hace 10 años y, obviamente, el ‘Bicho’ encontró otra cosa en su regreso. No pudo llevar al equipo a los puestos de Champions League, luego Erik ten Hag lo mandó a la banca y después salió por puerta trasera con unas declaraciones que acabaron su relación con la institución.
«Quiero terminar mi carrera en lo más alto y con dignidad», esa frase no se cumplirá por el momento. Aunque nadie podrá borrar su nombre lo más alto que tiene el deporte. Compitió al máximo nivel y se convirtió en el máximo goleador de todos los tiempos con 819 tantos. Una locura. Los saudíes podrán disfrutarlo el tiempo que quieran a cambio de 200 millones por temporada porque, claro, también supo hacer negocios en su carrera.