Juan Pablo Oclassen
Paolo Guerrero, con 38 años, se encuentra jugando en el Avaí brasileño, club al que arribó el 21 de julio de este año. Pasó los últimos los últimos tres años y medio de carrera en el Internacional de Porto Alegre; este lunes 22 de agosto lo enfrentó por primera vez con nuevo equipo y dejó un gesto de tristeza que sorprendió a todos, más allá de su nuevo look.
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Desde que llegó al conjunto de la ciudad de Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina, el peruano completó cuatro compromisos sin marcar goles. Ya tiene un año y siete días sin poder convertir, el último gol que hizo fue en la victoria de Inter sobre Fluminense el pasado 15 de agosto del 2021. Lo hizo al 90+6 y el juego acabó 4-2.
Es tal la desesperación, propia de un jugador que vive de anotar, que al fallar un tanto contra su exequipo hizo una pataleta incontenible. La acción ocurrió al minuto 19 del primer tiempo tras un centro desde la derecha que no pudo alcanzar el ‘Depredador’. Al deslizarse para ir por el balón, Paolo quedó dentro de la portería y se desquitó con la red dándole golpes.
La tristeza de Paolo Guerrero
Al minuto 60 ocurrió la escena que dejó más huella, la física tristeza de Guerrero por ser modificado. El técnico Barroca le dio ingreso a Pablo Dyego con la intención de buscar el resultado a favor, Avaí era el local en el estadio Ressacada. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Los de Porto Alegre consiguieron llevarse los tres puntos en la jornada 23 del Brasileirao.
Pedro Henrique, de penal, sentenció el triunfo visitante en el minuto 90+8. Nadie podía creer 30 minutos antes cómo salía el inca del terreno de juego y él mismo sabía que era una mala decisión. No demostró rabia como suelen hacer los futbolistas cuando no quieren salir, solo se notó realmente triste por la modificación.