Juan Pablo Oclassen
Como se anticipaba, la presentación de Juan Fernando Quintero el domingo 15 de enero fue multitudinaria. 41 mil personas presenciaron en el Metropolitano Roberto Meléndez la llegada del nuevo 10 del Junior de Barranquilla. Se pronunció como un evento histórico y lo terminó siendo, más allás de algunos hechos que no pudo controlar la logística del club rojiblanco.
El paisa arribó a Barranquilla en un jet privado en compañía de su representante, el ‘Tano’ Riep, y de su amigo el exjugador del Deportivo Independiente Medellín, ‘Choronta’ Restrepo. También viajó con su madre, su hermano y su hija María José, con quienes salió a la cancha del ‘Metro’ ya vistiendo la indumentaria del ‘Tiburón’.
Quintero, en plena presentación, hizo referencia a los anteriores jugadores que portaron la diez del club. Como lo había hecho durante el coqueteo y la novela que vivió durante la negociación del fichaje. Llamó papá al Pibe Valderrama, tío al ‘Príncipe’ Giovanni Hernández y el presentador del evento lo nombró a él como el ‘padrino’ del Junior de Barranquilla.
La presentación de Quintero con el Junior de Barranquilla
Todo transcurría en orden hasta ese momento. Win Sports hizo la transmisión a nivel nacional y una radio local se encargó de animar a los 41 mil hinchas presentes en las gradas. Sin embargo, algunas cosas no salieron del todo bien. Cuando ya se estaba acabando el evento, muchos aficionados invadieron la cancha para intentar tomarse una foto con el nuevo ídolo, la logística falló.
Después se filtró en redes sociales como un barrista del club le propina un golpe en la nuca a otro hincha que había invadido el terreno. ¿Lo habrá querido corregir por meterse en la cancha? Por fortuna, la intromisión de la fanaticada no ocurrió en un encuentro oficial, evitaron una sanción grave contra la plaza. El que no podrá jugar por sanción será Quintero, debido a una grave expulsión que sufrió en octubre con River Plate, solo podrá debutar hasta la tercera fecha de la Liga BetPlay.