Jhonatan David Blanco
Este lunes 11 de julio se cumplen 12 años de uno de los goles más recordados por los amantes del fútbol en España. El mediocampista Andrés Iniesta, considerado uno de los mejores futbolistas en la historia del balompié, fue el protagonista de aquel tanto, en la final de la Copa del Mundo disputada en Sudáfrica en el año 2010.
En el partido final se vieron las caras los españoles y los neerlandeses, un cotejo que tuvo todo tipo de emociones y sentimientos en los aficionados de ambas naciones.
Además, Iniesta era un embajador del Fútbol Club Barcelona, equipo que en aquellos años era considerado como el que mejor practicaba el fútbol a nivel de clubes. Y por si fuera poco, tenía adeptos por doquier en todas partes del mundo.
Los seguidores del mediocampista del Barcelona en el planeta también celebraron aquel tanto, el cual le daría el primer título mundial a una selección española en toda su historia, con una generación de oro inolvidable.
Aquel gol fue narrado por los principales espectadores del compromiso, los campeones mundiales y jugadores que conformaban aquella selección. Entre sus relatos, se puede apreciar aún la emoción que estos sintieron en el preciso momento.
Transcurría el partido en medio de una batalla campal de los jugadores dentro del terreno de juego. En la segunda mitad del tiempo extra, al minuto 116, una gran jugada tejida por Jesús Navas, Xavi Hernández, Cesc Fabregas y Fernando Torres terminaría en el gol más gritado por los españoles en su historia.
El gol, narrado por el campeón Andrés Iniesta
El principal de los protagonistas en aquel compromiso, el histórico Andrés Iniesta, revive el gol de la siguiente manera:
«Se para todo y solo estamos el balón y yo, como cuando ves una imagen en cámara lenta; para mí fue así. Es difícil escuchar el silencio, pero yo en ese momento escuché el silencio y sabía que ese balón iba adentro», declaró Iniesta al Canal + de España.
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En aquel momento, las diferentes ciudades españolas, los niños y niñas, padres y madres celebraron el gol más importante en la historia de España, como si se tratase de un acontecimiento único e histórico, cosa que precisamente estaba sucediendo.
Todos fueron a abrazar a Iniesta: sus compañeros, los masajistas, los médicos de la selección, el asistente técnico, el psicólogo, absolutamente todos. Sin embargo, el entrenador de aquella selección, Vicente del Bosque, solo hizo una reacción suave y controlada. Apretó sus puños fuertes y realizó un movimiento de arriba hacia abajo con sus brazos.
Desde allí, solo quedó esperar al pitido final del árbitro central para que terminase el juego y ver por primera vez a una selección española ser campeona del mundo. Sobre todo, levantar el tan anhelado trofeo.