Lucas Mathieu
La novela entre el Bayern de Múnich y el FC Barcelona por el fichaje de Robert Lewandowski trajo consigo un nuevo capítulo fatalista. Mientras que los alemanes exigen un monto mínimo sin condicionantes, desde el club español sienten que su oferta ya es un gran sacrificio para las finanzas del equipo.
Pese a todo ello, los ‘Bávaros’ no lo consideran de esa manera y, por el contrario, esperan que el equipo español no pueda acceder al fichaje del polaco. O eso es lo que queda evidenciado con las palabras que recoge @Football_talk, quienes evidencian una afrenta por parte de los alemanes en contra del futuro español.
La opinión apocalíptica sobre el futuro del FC Barcelona
En primer lugar, es necesario aclarar que el club alemán pide un monto mínimo de 50 millones de euros, mientras que los españoles pusieron 40 sobre la mesa, más algunas variables. Tras esas primeras aclaraciones, ahora aparece la opinión del comunicador Raphael Honigstein de medios como The Athletic o Spiegel, quien aseguró:
“El Bayern de Múnich le ha dicho al FC Barcelona que no quiere cuotas en ningún acuerdo por Robert Lewandowski y que quiere todo el dinero por adelantado en efectivo porque el Bayern cree que el FC Barcelona no existirá dentro de uno o dos años«.
Puede ser de su interés: Pjanic hace la cola: tres razones por las que se quedaría en Barcelona
Bajo esa misma premisa, el exjugador y expresidente del Bayern Múnich, Uli Hoeness, también había comentado al respecto hace un tiempo. «El Barcelona quiere contratar a Lewandowski cuando tenía una deuda de 1.300 millones de euros hace seis meses. En Alemania estarían en bancarrota desde hace mucho tiempo. El juez de quiebras está en su puerta y le están haciendo una oferta millonaria a un jugador del Bayern«, aseguró.
Entre otras cosas, vale la pena recordar que Uli estuvo pagando cárcel entre el año 2014 y 2016 tras haberse declarado culpable por el delito de evasión de impuestos por un valor de 28,5 millones de euros. Por esa razón, además, tuvo que dar un paso al costado de la presidencia del club. A pesar de ello, se atrevió a cuestionar las finanzas y la existencia futura de los culés.