Adrián Barcasnegras
El fútbol europeo está lleno de precios excesivamente inflados, pero el Bayern de Múnich está dando una clase magistral de cómo comprar. El club bávaro se llevó tres jugadores de renombre por la mitad del precio que se supone deberían pagar.
Ryan Gravenberch, Noussair Mazraoui y ahora Sadio Mané son jugadores del actual campeón de la Bundesliga. Juntando el precio de los tres futbolistas, la cifra asciende a 125 millones de euros. Por increíble que parezca, Bayern Múnich terminó gastándose apenas 50.5 millones de euros adquiriendo a los tres jugadores.
El plan que utilizó Bayern Múnich
El equipo que dirige Julian Nagelsmann aprovechó que varios jugadores estaban próximos a vencer contrato. En el caso de Sadio Mané, el futbolista africano terminaba su vínculo el próximo año y además deseaba salir. Su precio está tasado en 70 millones de euros y terminó saliendo del Liverpool por apenas 32 millones de euros más variables.
Ryan Gravenberch, mediocampista que brilló desde su debut en Ajax de Ámsterdam, está valuado en 35 millones de euros y Bayern Múnich pagó solo 18 millones por él. La principal razón del precio es que su contrato terminaba en 2023. El neerlandés era uno de los mediocampistas más buscados en Europa, con 20 años se adueñó del mediocampo del Ajax y fue el club de Múnich el que se lo terminó llevando.
El otro gran fichaje que se une al plantel de Julian Nagelsmann es el de Noussair Mazraoui, lateral que también pertenecía a Ajax, pero que terminó quedando libre por el vencimiento de su contrato.
El de Países Bajos se encuentra valuado en 20 millones de euros y Barcelona lo buscó por todos los medios. Finalmente, decidió emigrar a Alemania y Bayern de Múnich no tuvo que pagar nada por él.
Mientras los demás clubes se encuentran ofreciendo cifras alucinantes, la dirección deportiva de Oliver Kahn ha centrado sus esfuerzos en conseguir fichajes de renombre, pero que favorezcan a la economía del equipo.