David Suárez P
Algunas horas atrás, Todd Boehly se convirtió oficialmente en el nuevo propietario del Chelsea FC. El estadounidense compró el club de Londres luego de que el gobierno británico obligara a Roman Abramóvich, oligarca ruso, a salir del país y dejar de invertir en él. El duelo entre los ‘blues’ y Wolverhampton es el primero de la nueva era en Stamford Bridge.
El equipo de Thomas Tuchel salió a la cancha con la intención de ganar su partido, pero además, buscaba impresionar al nuevo dueño del club. El consorcio norteamericano, liderado por Boehly, trabaja en el pago de 2.500 libras esterlinas para adquirir el 100% de las acciones del Chelsea.
El primer gol de la era Todd Boehly tuvo al VAR como protagonista
Sobre el minuto 38 del partido, Ruben Loftus-Cheek envió la pelota al fondo de la red. El volante inglés empujó el balón en el área chica tras una pifia de Rüdiger y un rebote de Lukaku. Todo Chelsea celebró la apertura del marcador y Todd Boehly se emocionó como un aficionado más. Chiflidos, aplausos y un puño al aire conformaron la celebración del propietario.
Sin embargo, el gesto de alegría se transformó en duda, puesto que el árbitro se llevó la mano al oído para escuchar mejor a sus compañeros en la sala VOR. La revisión de la jugada tomó varios minutos, pues, en primera instancia, se juzgó la posición de Rüdiger con respecto a la de su marcador. El defensa alemán estaba habilitado por la punta del pie del jugador de Wolverhampton.
No obstante, la revisión no terminó ahí. En la segunda jugada, la pelota rebotó en la rodilla de Romelu Lukaku. Este toque involuntario habilitó a un Loftus-Cheek en fuera de lugar. Tras el segundo dibujo de las líneas, se determinó offside y el gol del Chelsea fue anulado. Todd Boehly no podía creerlo y dejó ver su frustración con los gestos de su rostro.