Lucas Mathieu
Era el año 1996, cuando en el fútbol profesional colombiano arribó el tercer jugador africano. Se trataba de un defensor o volante central gabonés, llamado Pierre Francois Yaya Aubameyang, quien se instaló en las filas del Junior de Barranquilla.
En su llegada a Colombia, lo acompañó su núcleo familiar, compuesto por su esposa y tres hijos. Lo curioso del asunto, es que uno de sus hijos sería nada más que el nuevo fichaje del FC Barcelona, Pierre-Emerick Aubameyang, quien hasta hace poco militó para el Arsenal inglés.
El pequeño Pierre-emerick solo tenía seis años de edad en aquel tiempo. Además, seguramente no tenía ni idea de que llegaría a ser un jugador top de Europa, o que estaría en grandes clubes del viejo continente.
Según la historia narrada por El Heraldo, la familia había vivido toda su vida en Francia por el trabajo de Aubameyang padre. A saber, jugó para clubes como el Tolousse y Le Havre, razón por la cual no hablaban muy bien el español.
Entre tanto, el delegado de Junior en aquel tiempo, Carlos Díazgranados, fue quien se encargó de contar la anécdota de los únicos 72 minutos que ‘Auba’ papá jugó con el club tiburón. El duelo fue contra Atlético Bucaramanga y terminó empatado (2-2).
«Sin ser un jugador brillante, tenía lo suyo, era interesante, rápido y con fuerza. Hizo una presentación aceptable«, aseguró Carlos Ricardo Díazgranados para El Heraldo. Además de ello, contó la razón por la cual no se entendió con los directivos del equipo y se marchó.
«Le dijo a Gerardo Cadena (gerente de esa época) que él quería una casa con piscina y un policía 24 horas en la puerta«, narró. Y es por esa razón que entró en conflicto con el club y decidió partir.
Cabe recordar que Yaya Aubameyang continuó jugando en clubes de Italia y Francia, hasta que finalmente se retiró en 2002. Posteriormente, en el año 2007, su hijo Pierre-emerick entraría a las inferiores del AC Milán para empezar a construir su carrera.
Muchos años después de aquel paso efímero por Barranquilla, el hoy fichaje del FC Barcelona probablemente no tiene recuerdos lúcidos de su paso por la ciudad de Colombia. No obstante, la historia quedará para la posteridad. Fue un capítulo más de su vida.