Juan Pablo Oclassen
Aunque parece que vendría para ayudar al FC Barcelona en su crisis económica, todo tiene que ver con el avance en el programa político de Joan Laporta. El presidente del conjunto catalán llegó al puesto con un apoyo de casi el 90% de los socios en diciembre del 2020. Todo con el motivo de restaurar la identidad del club y mejorar la situación institucional tras un periodo oscuro con Joan Laporta a la cabeza de la organización. Sin embargo, su primer traspié fue la salida de Lionel Messi al poco tiempo.
Ahora bien, su votación mayoritaria se dio por un proyecto que enamoró a los socios del club. Se trata de la remodelación del Camp Nou, para convertirlo nuevamente en un escenario emblemático de Europa, como ya lo es, pero con tecnología de punta y una infraestructura moderna. Al estilo de lo que está haciendo el Real Madrid con el Santiago Bernabéu, lo que ya hizo el Atlético de Madrid y otros clubes en el viejo continente y España. ¿Cómo logró poner en marcha este proyecto tan costoso y que requería de una inversión gigantesca?
Pues Laporta se movió con su entramado empresarial y encontró luz en emporios como JP Morgan, Goldman Sachs y Legends. ¿Cómo fijó el pago con estos bancos internacionales de un préstamo de 1600 millones de dólares? «Tiene diferentes tramos a 5, 7, 9, 20 y 24 años, y una estructura flexible, que cuenta con un período de carencia. El Club empezará a repagar la operación una vez las obras del Estadio hayan finalizado, con los ingresos generados por Spotify Camp Nou, que está previsto que sean de unos 247 millones aproximadamente», explicó la institución catalana.
El negocio del FC Barcelona
Antes de conocerse cómo se pagaría el préstamo, los culés emitieron un comunicado informando sobre el negocio pactado. El FC Barcelona ha cerrado la financiación del Espai Barça tal y como tenía previsto, garantizando el inicio de las obras de remodelación del Spotify Camp Nou y cumpliendo los criterios aprobados en el referéndum, sin garantía patrimonial del Club ni hipoteca del Estadio», público el Barcelona. Se estima que las obras terminen en el 2026 y que sean pagadas también con unos intereses del 5 al 6 por ciento.