Adrián Barcasnegras
El Liverpool volvió a quedarse sin los tres puntos en la Premier League y eso se debió muy en parte a una acción de Darwin Núñez. El uruguayo cayó en la provocación y terminó dejando a su equipo en inferioridad numérica.
Estando perdiendo el partido ante Crystal Palace, el uruguayo terminó impactando con su cabeza a uno de los defensores centrales del equipo rival. El árbitro vio lo ocurrido y lo envió a las duchas.
Ya estando calmado y habiendo analizado lo que fue su actuar, puso el pecho a la situación. Utilizó su cuenta oficial de Twitter para enviar un mensaje al hincha del Liverpool. Pidió disculpas por la forma en que reaccionó y prometió que ese comportamiento no se volverá a repetir por su parte.
“Soy consciente de la fea actitud que tuve. Estoy para aprender de mis errores y no volverá a pasar más”, escribió el futbolista sudamericano.
La de Núñez es la primera expulsión por juego violento en un jugador de Liverpool desde 2015. En el equipo de Jürgen Klopp no suelen presentarse este tipo de situaciones y el estratega habló del tema, no pudo dejarlo pasar.
Aunque el exjugador alemán acepta que hubo provocación del rival contra el delantero oriental, dejó claro que la reacción del jugador del Liverpool fue errática.
“Por supuesto que es roja. Lo provocan todo el rato, pero esa no es forma de comportarse. Darwin ya sabe que esa no es la reacción que tiene que tener. Los centrales le harán eso, pero esa no es la reacción. Esa situación no fue buena para nosotros. Hablaré con él y aprenderá de ello. No tiene mucho sentido hablar antes en público», dijo Klopp.
A sus 23 años, Núñez aún tiene mucho que aprender y el mismo jugador lo aceptó. Estos son apenas sus primeros pasos en el fútbol inglés. Empezó anotando ante Manchester City y luego contra Fulham, ahora le tocó ser verdugo de su equipo en el empate ante Crystal Palace.