Juan Pablo Oclassen
Todos recordarán la salida de Lionel Messi del Fútbol Club Barcelona en agosto del año pasado. Todo ocurrió porque La Liga no le permitió la inscripción de los jugadores por sobrepasar el tope salarial. Estuvo por ocurrir lo mismo este año y los recién llegados Franck Kessié y Andreas Christensen podían terminar marchándose libres un mes después de firmar.
Por fortuna, Laporta se movió rápido en su gestión administrativa y vendió el 24,5% de Barça Studios a Orpheus Media. La empresa pertenece a Jaume Roures y está destinada a la compraventa de piezas de arte. Hasta ese punto todo parece estar en orden, la situación se alivió al interior del blaugrana y esta cuarta palanca financiera le ayudó a inscribir las piezas faltantes.
¿Dónde está el problema para el FC Barcelona?
Jaume es un empresario catalán que figura como el único administrador de la empresa Mediapro, la cual posee los derechos de transmisión de La Liga española. Además, también se encarga de enviar las repeticiones de todas las jugadas a los árbitros que se encuentran en el VAR. El hecho de que el millonario independentista ahora tenga mayor influencia en el conjunto catalán causó polémica en el país ibérico.
Incluso, se empezó a cuestionar una serie de jugadas que fueron censuradas porque favorecían, supuestamente, desde el VAR al equipo dirigido por Xavi Hernández. “Mediapro es una de las compañías que habitualmente puja por derechos de TV de partidos, ¿no es esto un claro conflicto de interés?”, tuiteó Juan Corellano, periodista español.
Lo cierto es que el club azulgrana podrá disputar mañana el duelo ante el Rayo Vallecano en el Camp Nou con sus piezas claves. Lewandowski, Koundé, Kessié, Christensen, Raphinha y Pablo Torre pueden estar tranquilos. Ahora, Xavi solo tendrá que preocuparse por sacar la convocatoria para su debut como entrenador de una liga importante desde el arranque.