«Rincón no pateó la pelota: la acarició»: el gol a Alemania, por Eduardo Galeano

Eduardo Galeano le dedicó unas líneas al gol de Freddy Rincón a Alemania en su libro "El fútbol a sol y sombra".

Por: David Suárez P
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El fallecimiento de Freddy Rincón ha conmovido al mundo del fútbol. Fanáticos, compañeros y amigos se han unido para desearle un buen descanso al ‘Coloso’, así como para expresarle sus condolencias a la familia. Hasta el Real Madrid, exequipo del nacido en Buenaventura, le dedicó unas palabras en su web oficial.

El deceso del exfutbolista de la selección Colombia ha hecho recordar uno de los momentos más importantes de la historia del fútbol nacional: el empate 1-1 contra Alemania. Freddy Rincón anotó el gol de la ‘Tricolor’ en tiempo de descuento y llenó de júbilo a todo un país.

Fue en el Mundial de Italia en 1990. Era el último partido de la fase de grupos y Pierre Littbarski acababa de anotar para Alemania. Colombia, que no participaba de la competencia internacional desde hacía 28 años, se estaba quedando eliminada. En ese momento, Rincón apareció para definir entre las piernas del portero y, sin saberlo, escribir una de las páginas doradas en la historia del fútbol ‘cafetero’.

Pelos de punta: la descripción más emotiva del gol de Rincón

La narración de William Vinasco es parte del recuerdo del gol de Freddy Rincón a Alemania. Sin embargo, Eduardo Galeano, periodista uruguayo, consiguió transmitir esa misma emoción en un pequeño párrafo que recuenta la jugada.

El texto se encuentra en el libro «El fútbol a sol y sombra», un escrito sobre las figuras del balompié, los momentos más relevantes de la historia de este juego, la pasión de los hinchas y la cantidad de dinero que maneja el deporte rey.

Galeano inicia diciendo: «Fue en el Mundial del 90′. Colombia había jugado mejor que Alemania, pero iba perdiendo 1-0 y ya estaba en el último minuto». El recuento del periodista alaba la participación del «Pibe» Valderrama en la histórica jugada. «Valderrama recibió la pelota de espaldas, giró, se desprendió de tres alemanes que le sobraban y la pasó a Rincón».

«Y Rincón a Valderrama, Valderrama a Rincón, tuya y mía, mía y tuya, tocando y tocando, hasta que Rincón pegó unas zancadas de jirafa y quedó solo ante Ilgner, el guardameta alemán», prosigue el autor en su relato. «Entonces Rincón no pateó la pelota: la acarició. Y ella se deslizó, suavecita, por entre las piernas del arquero, y fue gol”, concluye Galeano.

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