Adrián Barcasnegras
Este miércoles Barcelona tuvo un partido más difícil de lo que se pensó en la previa. Se enfrentaba a un equipo de tercera división, lo que hacía pensar que pasarían sin mayores problemas a la próxima fase. No fue para nada así y necesitó del desequilibrio de Ousmane Dembélé para destrabar el juego.
El equipo de Xavi Hernández inició el partido con el pie izquierdo. Hugo Díaz, jugador del Deportivo Linares, remató de cabeza solo dentro del área y puso a sufrir s los blaugranas. El equipo de la Ciudad Condal se veía sin ideas y aunque Nico González y por momentos Riqui Puig intentaban llegar al fondo, no conseguían ser profundos.
Dembélé fue la llave
Barcelona se fue al descanso abajo en el marcador y con más dudas que certezas. Xavi Hernández no tardó con los cambios y envió a la cancha de manera inmediata a Ousmane Dembélé y también a Frenkie de Jong.
El delantero francés entró enchufado. Buscó permanentemente el arco y desequilibró cada vez que pudo, hasta conseguir marcar un golazo de zurda y desde media distancia.
Posteriormente llegó el segundo gol del equipo blaugrana de la mano de Ferrán Jutglá, juvenil del equipo catalán que viene marcando y siendo importante. A partir de ahí, el partido fue de ida y vuelta, algo que favorece a las condiciones del delantero francés que hizo estragos. A pocos minutos del final, tuvo la oportunidad de hacer otro tanto maravilloso, pero el larguero lo impidió.