Luis Lora
La agresión vergonzosa perpetrada por Marlon Torres, defensor de Santa Fe, contra Alex Valera, jugador de Universitario, no se puede ignorar, ni tampoco pasarlo por alto. Así lo ha manifestado el equipo peruano, que ahora solicitará a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) que tome medidas disciplinarias contra el defensor colombiano.
Sucedió a los 17 minutos del partido disputado en el estadio El Campín de Bogotá, cuando Valera recibió un golpe que el árbitro no sancionó. Mientras intentaba levantarse, Torres se acercó y le apretó el trasero con una mano. Esto generó la indignación de los jugadores cremas, quienes exigieron al árbitro que recurriera al VAR.
El árbitro chileno Felipe Gonzáles, aparentemente ajeno a la situación, argumentó que no recibió ninguna comunicación desde la sala de videoarbitraje. Esta estaba a cargo del uruguayo Mathias de Armas, aunque las imágenes del incidente se transmitieron por la señal oficial de televisión.
Universitario sufrió una derrota por 2-0 frente a Santa Fe en Bogotá, en el partido correspondiente a la quinta jornada de la Copa Sudamericana. Sin embargo, la derrota no fue lo que más dolió, sino la violencia que se produjo antes del encuentro. Los aficionados peruanos fueron atacados, y la impunidad en la que quedó Marlon Torres tras su bochornoso acto.
Universitario pide sanción contra Marlon Torres
La actitud irrespetuosa y agresiva de Marlon Torres es inaceptable en el fútbol. Por supuesto que va en contra de los principios de juego limpio y respeto hacia los rivales. Universitario considera que este tipo de comportamiento no puede quedar impune. El club espera que la Conmebol tome cartas en el asunto, aplicando una sanción ejemplar que envíe un claro mensaje de repudio a este tipo de conductas.
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Es fundamental que las instancias correspondientes investiguen a fondo este incidente. Para que así se tomen las medidas necesarias para garantizar que se preserve la integridad y el espíritu deportivo en el fútbol sudamericano. La violencia y las conductas antideportivas no tienen lugar en este deporte y deben ser erradicadas para asegurar un ambiente seguro y sano tanto para los jugadores como para los aficionados.