Tener dinero no garantiza el éxito en el fútbol. Un ejemplo cercano es el Junior de Barranquilla en Colombia. A pesar de las inversiones millonarias, el equipo sigue sin lograr los resultados esperados. Para el 2023, ficharon jugadores de renombre como «Juanfer» Quintero, Santiago Mele y Emanuel Olivera, pero estas incorporaciones no han cambiado su suerte.
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El problema principal del Junior radica en la falta de una estructura deportiva sólida y un plan definido. El equipo carece de una identidad de juego clara. Las decisiones de la directiva, como la contratación de Hernán Darío Gómez como entrenador, no han generado mejoras significativas. Comesaña, el entrenador más relevante en la historia del club, señala que es esencial analizar las características y el historial de los jugadores antes de fichar, para asegurarse de que encajen en el equipo.
«Yo pienso que se generan siempre muchas emociones cuando llega un jugador aquí a Barranquilla. A mí me gusta mirar las últimas tres temporadas del jugador, de donde viene, cuántos minutos jugó. (…) De pronto traemos un centro delantero que es muy bueno en el juego aéreo y tenemos un equipo que no tira un centro nunca. Después decimos que el jugador fracasa; si, pero los que fracasan son los que lo traemos».
Julio Avelino Comesaña
El panorama de Junior de Barranquilla no es fácil en este 2023
El Junior se encuentra en la posición 11 con 18 puntos, a 4 puntos del octavo lugar ocupado por Alianza Petrolera. El equipo tiene algunos partidos cruciales por delante, incluyendo enfrentamientos contra Deportivo Cali y Millonarios. Deben realizar una remontada significativa para alcanzar los playoffs. Los partidos restantes son contra Once Caldas, Deportivo Pereira y Atlético Huila, equipos que teóricamente podrían vencer.
La falta de cohesión y una estrategia de juego definida parecen ser los obstáculos que el Junior debe superar si desea recuperar su éxito en el fútbol colombiano.