Lucas Mathieu
El exjugador colombiano, Faustino Asprilla, es toda una leyenda viviente en el país ‘Cafetero’. Fue quizá el primero en hacer renombre por el fútbol europeo y sus excentricidades lo llevaron a ser un foco de la prensa.
Faustino fue un jugador sensación en la década de los 90. Con la selección Colombia, sus goles quedaron inmortalizados en la retina de una generación que no había visto el paso de los suyos al viejo continente. Y esa camada empezó.
Tras llegar a clubes como Newcastle y Parma, Asprilla fue toda una estrella a nivel mundial. Y es que siempre hubo algo, más allá de su fútbol, que lo hizo ver como un diferente. Precisamente, se trataba de su indisciplina por fuera de las canchas.
Años después, ya retirado, el colombiano no tiene prevención a la hora de contar lo que hacía. Ahora que se dedica a otros negocios por fuera del deporte y a ser comentarista en algunos espacios televisivos, el exjugador aseguró que su vida fue bastante turbia.
Faustino Asprilla reconoció que su vida en Europa fue bastante agitada
Pese a que no la catalogó con sus propias palabras, las anécdotas que contó dieron para imaginar. En entrevista con La Gazzetta dello Sport, Asprilla contó lo que hizo cuando estuvo por Italia y en Europa a nivel general.
«No tenía cabeza. No me gustaba entrenar, me costaba entender lo que me pedían los entrenadores, estaba acostumbrado a jugar con libertad y en cambio aquí hay que ser fiel a la táctica. Pobre de ti si te equivocas», afirmó.
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“No llevaba la vida de un atleta perfecto: me acostaba tarde, y casi nunca solo, me despertaba muy tarde; me gustaba ir a discotecas y fiestas. En fin, en todo este lío que era mi vida, el fútbol no estaba en primer lugar”, agregó.