Los presos armaron su propia Copa América y la final se jugó en un estadio: ¿Qué equipo ganó el torneo?

Las Selecciones de Perú y Costa Rica protagonizaron la Copa América de presos, un torneo que llevó la fiesta del fútbol a reclusos de las cárceles peruanas, al punto en que dicho partido se jugó en un estadio, tratando de ser lo más parecido posible al torneo continental de Conmebol que el mañana (domingo 14 de julio) tendrá su final en Estados Unidos, que protagonizarán Argentina y Colombia, con Lionel Messi y James Rodríguez a la cabeza.

El torneo, que fue una bocanada de “libertad” para los reclusos, tuvo un percance, el cual opacó la fiesta del fútbol y generó bastantes críticas a la organización. Dicho compromiso se jugó en el estadio Nacional de Lima. Sin embargo, cuando el partido concluyó cinco minutos antes del tiempo reglamentario con el propósito de controlar la trifulca causada por los finalistas.

Si dejamos el confuso episodio del final a un lado, el partido contó con todas las emociones dignas de una final de Copa América: una banda de músicos conformada por presos interpretó ‘Copa de la Vida’ de Ricky Martin, juego fuerte, terna arbitral profesional, un penalti, varios lesionados y tarjetas amarillas.

Los campeones, como era de esperarse, recibieron medallas y una inmensa copa dorada, pero el premio mayor fue sin duda abandonar unas horas la cárcel.

La Copa América de presos se jugó en Perú

“Este triunfo es como disfrutar la libertad, es un sueño hecho realidad”, destacó a la AFP el recluso Jampiere Gonzáles, de 33 años, condenado a 15 años por robo agravado y campeón con el equipo de la cárcel Sarita Colonia del Callao, que representó a la Selección de Perú.

El torneo de la Copa América llegó a los presos de Perú

“Lo dedico a mi esposa e hijos que están en las tribunas”, declaró con la emoción a flor de piel el delantero, mientras señalaba a sus familiares, que colmaron las gradas, con la vigilancia de unos 500 guardias penitenciarios y policías, que fueron testigos de la goleada por 3-0 de ‘Los Incas’. 

Tras finalizar el partido, queda en evidencia que el fútbol ayuda a unir a las personas, es un escaparate a la realidad y es una ventana que permite exhibir múltiples talentos.