Juan Pablo Oclassen
Después de ser tan cuestionada la Copa del Mundo de la FIFA en Catar, el certamen llenó de muchas alegrías a la gente. Sobre todo, el pueblo argentino quedó contento con lo que hizo su selección en el torneo más importante del mundo del fútbol. Fue una locura lo que sucedió ayer en el Lusail Stadium y ya el trofeo viaja a la Argentina en manos de Lionel Messi.
La tercera llegó después de 36 años, casi dos años después de la muerte de Diego Armando Maradona y cuando todo un pueblo la deseaba. Toda la presión se la sacó el grupo de Lionel Scaloni ganando la Copa América en el Maracaná. Con ese logro, se despertó un fenómeno inigualable en el país del sur y no descansó hasta tener el trofeo de oro en las manos de su capitán.
Messi tocó el cielo y lo llevó hasta allá su máximo amigo Sergio Agüero, quien lo cargó por todo el Lusail en lo que fue la vuelta olímpica. Se llenó de magia el estadio y la celebración fue de locos. Todo el Obelisco en Buenos Aires se colmó de gente y desde entonces esperan por la llegada de los campeones. Estarán pisando suelo argentino en la madrugada del martes 20 de diciembre y al medio día harán el recorrido por la ciudad.
Las palabras del presidente de la FIFA
Un momento vibrante fue cuando Lionel levantó la copa ante la gente y acompañado de sus compañeros. Le pusieron la túnica característica de los políticos y religiosos en Catar, la que se ponen para eventos importantes, que se la entregó el Emir y luego el trofeo lo recibió de manos de Gianni Infantino, presidente de la FIFA.
Infantino confesó que le dijo a Messi cuando le entregó la copa: «Sí, hablé con Messi anoche después del partido. Lo felicité, obviamente, y ha sido increíble, una gran emoción para mí, como presidente de la FIFA, entregarle la Copa del Mundo, el trofeo más icónico del planeta a un jugador tan excepcional como Lionel Messi«.