Marcos Rojo vivió un par de minutos fatídicos ante Sarmiento en Junín. A los 25 minutos del primer tiempo erró un penal y pocos segundos después se lesionó. La cara del jugador y la forma en que se retorcía de dolor hacía temer lo peor. Hoy se terminó confirmando.
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Marcos Rojo dejó el campo de juego entre lágrimas. Se sentó en el banquillo de suplentes y no podía parar de llorar. Tras el final del partido él mismo contó que sintió lo mismo que sintió cuando se rompió los ligamentos y temía que esa era precisamente la lesión.
Rojo lo confirmó
A la mañana siguiente de la lesión llegó al centro médico a hacerse las pruebas y se confirmó lo que se prevía: hay rotura de ligamentos. El mismo jugador contó lo que el médico le dijo. “Acabo de terminar los estudios, estuve con el doctor Jorge Batista que me vio y nada, es lo que esperaba: me rompí los cruzados», el defensor no dio muchas vueltas al asunto.
Además del grado de la lesión, Marcos Rojo habló del tiempo de la lesión y adelantó que no se apresurará, quiere regresar en el tiempo que sea necesario para hacerlo de la mejor manera. “Son siete u ocho meses más o menos, me lo voy a tomar con calma para volver bien. Quiero trabajar bien y que se recupere bien la pierna», apuntó.
La parte positiva para Marcos Rojo es que el campeonato terminará y habrá un parón por el Mundial. Lo que más se lamenta, tanto él como el club, es que no estará para la recta final del campeonato. Boca Juniors se encuentra a tres partidos de ser campeón y deberá encarar ese sprint final sin uno de los grandes valientes del plantel de Ibarra.