Lucas Mathieu
El Deportes Tolima tuvo un desenlace fatal en frente de su estadio y su afición. Un error de Daniel Cataño le costó el campeonato a los dirigidos por Hernán Torres, mientras que los de Hernán Darío Herrera pudieron saborear el título tras el gol de un Jarlan Barrera ‘rompe hechizos’.
Este domingo 26 de junio, los ‘Pijaos’ empezaron haciendo todo bien en el Manuel Murillo Toro. Dos goles en la primera mitad fueron todo un milagro, pero que solo demoró unos pocos minutos antes de la completa debacle. El primer tanto cayó al 18′, mientras que el segundo fue en el 36′. Es decir, el cuadro ibaguereño anotó un gol cada 18 minutos.
Así mismo, justo 18 minutos después, al 54′, los locales tuvieron la oportunidad de sellar el juego con una ventaja de un gol. Sin embargo, algo falló en el significado profundo de la estrategia divina que abrió las oportunidades por cada cada 18 minutos. Kevin Mier fue ese inconveniente del azar que el Deportes Tolima, en los pies del penalti ejecutado por Cataño, no pudo prever.
La expulsión de Cataño acabó con la ilusión del Deportes Tolima
Sumado a ello, y como si fuera poco, el volante 10 del Deportes Tolima quiso enmendar su fallo en esa misma acción de juego y terminó chocando contra Mier. De esa manera, su infracción fue meritoria de la tarjeta roja y todo el extraño ‘rito’ del vinotinto y oro se terminó de ir abajo.
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Así las cosas, el equipo antioqueño aprovechó la ventaja de un hombre de más y se fue con todo al ataque contra un Deportes Tolima que intentó aguantar y hasta contragolpear, pero sus intentos no fueron suficiente para poder cambiar con los planes que ya había escrito el destino.
Una profecía que se inclinó en favor de Atlético Nacional
Al minuto 82, Jarlan Barrera entró al terreno de juego sustituyendo a Sebastián Gómez y, 8 minutos después, que significan los (90′) reglamentarios + 1′ de adición (un 18 invertido), el exjugador de Junior anotó el agónico y profético gol del triunfo.
Y es que, como si la numerología fuera solo cosa de aficionados sin lógica, Barrera, cuando fue jugador del Junior, erró un penalti decisivo ante Atlético Paranaense, el cual pudo haber significado el título, y por el que terminó llegando hasta Atlético Nacional. Tras esa historia, existe una conexión.
Luego de aquel juego, las cosas no fueron muy bien llevadas con la afición del equipo barranquillero y tuvo que salir con rumbo al ‘Verdolaga’ siendo muy criticado. Bajo ese contexto, lo curioso de todo es que aquello ocurrió en diciembre del año 20/18.
¿Profético, supersticioso o simplemente fútbol?