David Suárez P
Este sábado, finalizó la primera edición del Super Rugby Pacific, torneo más importante a nivel de clubes del mundo (y el equivalente a la Superliga Americana en el Pacífico). Crusaders, equipo neozelandés, se consagró campeón luego de vencer 21-7 a los Blues. Lo más curioso del evento llegó tras la premiación de los ganadores, pues el técnico vencedor celebró al mejor estilo de Michael Jackson: con baile.
Scott Robertson, entrenador de Crusaders, conquistó su sexto título al frente del cuadro de Canterbury. Bajo su mando, Crusaders había sido campeón tres veces seguidas del Super Rugby (2017, 2018 y 2019). Sin embargo, el neozelandés tenia la misión de alcanzar la gloria en el nuevo torneo del Pacífico.
Y así fue. Luego de terminar en la segunda posición del campeonato regular, Crusaders venció por 37-15 a Queensland Reds en los octavos de final. Posteriormente, consiguió el triunfo ante Chiefs por 20-7 y, en la gran final, se enfrentó al mejor del todos contra todos: Blues. El marcador final, 21-7 a favor de Crusaders, desató la locura en Auckland.
El que es campeón celebra como quiere
Luego de recibir las medallas de campeón, los jugadores y el cuerpo técnico de Crusaders regresaron al terreno de juego para celebrar. En un momento, Scott Robertson terminó dentro de un gran círculo al mejor estilo de una discoteca. El exjugador de los All Blacks no dudó en mostrar sus aptitudes para el baile y le dejó a los aficionados un curioso recuerdo.
Con la compañía del trofeo y al ritmo de las palmas de sus jugadores, Robertson disfrutó el momento como si fuera un niño. Al entrenador no le importó la lluvia ni los reflectores de las cámaras, él había conseguido su objetivo: ser campeón.
Vea la celebración de Scott Robertson: