Adrián Barcasnegras
Atlas de México consiguió el semestre pasado un título después de 70 años de la mano de Camilo Vargas y ahora buscan el bicampeonato con el colombiano como amuleto. En la primera final sacó la capa como de costumbre y voló para salvar a su equipo.
El primer duelo de la gran final de la Liga MX fue vibrante. Ambos equipos se lanzaron al frente durante los 90 minutos y las opciones de gol abundaron. Atlas sacó el arco en cero no por su buena defensa, sino más bien por la calidad de su portero y el nivel altísimo en el que se encuentra.
Las atajadas de Camilo Vargas
La primera gran intervención del colombiano fue Justo al final del primer tiempo. Con su equipo ganando (1-0) en el estadio Jalisco, Camilo Vargas sacó una pelota que parecía ser un gol seguro por la cercanía y violencia del remate del jugador de Pachuca.
Luego, ya en el segundo tiempo, sacó a relucir su condición física para llegar abajo y atajar una pelota supremamente difícil. Fue un remate muy ajustado, pero el exjugador de Independiente Santa Fe se estiró lo más que pudo y dejó su portería en blanco.
Ya a instantes del final apareció otro colombiano para hacer delirar a todo el estadio Jalisco. Julián Quiñónes luchó una pelota que parecía perdida, la ganó, se llevó al último defensa y definió para poner el (2-0) en el último minuto del partido.
Ahora el equipo de Diego Cocca viajará al estadio de Pachuca con una ventaja considerable. El mismo director técnico argentino aseguró tras el partido que la ventaja no es definitiva, sin embargo, pegaron primero y de manera doble, lo que los pone como favoritos para gritar campeón por segunda vez tras una racha de no ganar nada en siete décadas.