David Suárez P
Novak Djokovic ha sido uno de los protagonistas más importantes del tenis internacional en 2022. Sin embargo, la razón de lo anterior no es precisamente por lo hecho dentro de las canchas, sino por su postura radical ante la vacunación contra el Covid-19. El número uno del mundo fue deportado de Australia antes del primer Grand Slam del año, lo que afectó su preparación para el resto de la temporada.
Tras la polémica en Australia, al serbio se le vio en un nivel poco habitual. Djokovic no era el tenista dominante, agresivo y decisivo de años anteriores y había caído en fases previas de los torneos ATP que había diputado. En Madrid, la semana anterior, parecía consumarse su regreso, pero un joven Carlos Alcaraz lo eliminó con templanza en la semifinal.
De esta manera, el jugador llegó a Roma, donde se coronó el año anterior. Con destellos de sus mejores épocas, el serbio avanzó hasta la final, donde lo esperaba el griego Stéfanos Tsitsipas. El encuentro prometía un choque entre dos potencias, pero Djokovic evitó que esto sucediera.
Un nuevo título para Novak Djokovic
Novak Djokovic salió a la cancha con el título entre ceja y ceja. El tenista fue dominante desde el principio y llevó a su rival a un alto nivel de desesperación. Por culpa de ‘Nole’, Tsitsipas no se encontró en ningún momento del primer set. En tan solo media hora, el serbio despachó a su rival con un dramático 6-0.
Parecía que Djokovic se iba a llevar el trofeo de Roma sin mayor problemas, pero Tsitsipas reaccionó en el segundo set. El jugador griego retomó su nivel a lo largo del torneo y se puso en ventaja 4-1. No obstante, justamente en ese instante, ‘Nole’ recuperó el ritmo y empató el partido 5-5.
Finalmente, el juego se decidió en el tie-break, donde Djokovic, además de aprovechar su saque, supo quebrar a Tsitsipas en dos ocasiones.