La selección Colombia llegó al estadio de Cachamay con posibilidades mínimas de clasificación, pero con posibilidades al fin. El combinado tricolor necesitaba ganar y que Perú no alcanazara los tres puntos. Colombia hizo su trabajo, pero Perú también el suyo. Fue todo dolor para los cafeteros que encima tuvieron que soportar las burlas.
La ilusión colombiana se empezó a desvanecer de manera muy temprana. El partido se jugaba en Venezuela, pero todos tenían un oído puesto en lo que ocurría en Lima con Perú. Cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos de partido, Perú se puso arriba y ya se veía complicada la clasificación.
Un puñado de minutos después, el conjunto de Gareca duplicó la ventaja y sepultó la ilusión de manera definitiva. En el estadio de Cachamay, sabían de esto e hicieron fiesta con la desesperación colombiana. Durante gran parte del segundo tiempo, se escuchó el canto que decía: «Eliminados, eliminados», y se repetía una y otra vez.
Venezuela vive el duelo con Colombia de una manera distinta
Con al rededor de 40.000 personas en el estadio y siendo últimos en la tabla, Venezuela dejó en evidencia que para ellos no es un partido más. Se entregaron a fondo y completaron una actuación admirable, mientras que en la grada vibraban y festejaban el fracaso colombiano.
Finalmente, la entrega venezolana no bastó y perdieron el encuentro. A pesar de eso, el público se marchó conforme con lo que su equipo mostró y la fiesta que se vivió. La otra cara de la moneda es la de Colombia, que ganó su partido, pero tendrá que ver el Mundial de Catar 2022 desde lejos.