Juan Pablo Oclassen
A principios de marzo, el gobierno británico sancionó a Roman Abramovich por sus estrechos vínculos con Vladimir Putin, todo relacionado con la invasión de Rusia a Ucrania. Los castigos llegaron hasta el Chelsea FC, actual campeón de la Champions League, dejando prácticamente al equipo embargado sin posibilidad de hacer movimientos económicos.
No le permiten la venta de boletos para los partidos, no pueden hacer gastos mayores a 600 mil euros para la misma logística de los encuentros en Stamford Bridge; tampoco puede sobrepasar el límite de 24 mil euros en gastos de traslados o viajes. Solamente los abonados podían asistir a los compromisos del conjunto Blue, el cual se medirá ante el Real Madrid por los cuartos de final de la UEFA Champions League.
«Las ganancias de cualquier venta no podrían ir al individuo sancionado mientras esté sujeto a sanciones», emitió el gobierno de Boris Johnson. A lo que Chelsea respondió:
«El Chelsea Football Club ha sido informado de que su propietario, Roman Abramovich, ha sido sancionado por el Gobierno británico. En virtud de su propiedad del 100% del Chelsea FC y de las entidades afiliadas, el Chelsea FC estaría normalmente sujeto al mismo régimen de sanciones que el Sr. Abramovich. Sin embargo, el Gobierno del Reino Unido ha emitido una licencia general que permite al Chelsea FC continuar con ciertas actividades”.
¿Los partidos de Chelsea en Champions debían ser a puerta cerrada?
En primera instancia, los compromisos tanto de Premier League como de Liga de Campeones debían jugarse a puerta cerrada. Sin embargo, el gobierno británico cambió de opinión y decidió actualizar la sanción; Chelsea podrá vender entradas para todos los cotejos, pero los recaudos se los quedará la Premier League. Abramovich se encuentra acelerando el proceso de venta, incluso, ya había dejado el equipo a manos de su fundación.