David Suárez P
Para que un tenista pase de ser una promesa a una realidad, debe dejar de lado los buenos partidos para completar grandes campeonatos. Ese es el caso de Félix Auger-Aliassime en el ATP 500 de Rotterdam. El canadiense de 21 años consiguió levantar su primer trofeo en la categoría tras vencer a Stefanos Tsitsipas.
Desde un principio, Aliassime demostró que en su cabeza solo existía un objetivo: ganar. De hecho, quebró apenas en el primer game del partido con un 40-30 a favor. El partido duró 1 hora con 17 minutos y se definió en dos sets por parciales de 6-4 y 6-2.
Félix Auger-Aliassime fue ágil, agresivo y dinámico a lo largo de todo el encuentro y dominó de principio a fin el juego de su rival. El canadiense consiguió al menos un punto en todos excepto un game, blanqueó a Tsitsipas en cinco oportunidades y realizó siete aces.
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Félix Auger-Aliassime y cómo romper con el maleficio propio
El triunfo del joven canadiense llegó en su novena final de la ATP. El tenista, que debutó en la escala profesional a los 15 años, llegaba a la final en Rotterdam con un récord de 0-16 sets ganados. Probablemente, la estadística negativa fue el motor de Aliassime para buscar el partido desde el primer minuto.
El número 9 del ránking ATP consiguió de esta manera su segundo triunfo de la temporada. En enero, quedó campeón de la ATP Cup con Canadá, participando en dobles junto a Denis Shapalov.