Julián García
Uno de los circuitos preferidos por los aficionados de la Fórmula 1 es el de Albert Park en Australia que volverá en 2022. Tras las complicaciones provocadas por la pandemia y las estrictas normas del país oceánico, el trazado de Melburne tuvo su último Gran Premio en 2019.
El año pasado la F1 confirmó que el GP de Australia volvería a correrse entre el 8 al 10 de abril por lo que la organización del GP decidió hacer cambios en la pista. Estas modificaciones significativas se desarrollaron para favorecer el espectáculo.
El principal cambio al que se sometió el trazado fue el reasfaltado que ha sido completado dos meses antes de celebrar el GP. Pero sobre todo, los cambios más importantes llegaron con la reforma del diseño de la pista para facilitar los adelantamientos.
En el circuito se eliminaron las curvas 9 y 10 que ahora se han convertido en una secuencia rápida, esto hace que la curva 11 se convierta en un punto nuevo de adelantamiento. Además, se han ensanchado otras zonas de la pista para que los pilotos puedan llegar a una mayor velocidad.
El circuito de Albert Park está listo para la Fórmula 1
El director general del evento, Andrew Westacott, confirmó que las modificaciones darán lugar a tiempos de vuelta más bajos. «Tendremos tiempos cinco segundos más rápidos, pero con los nuevos coches de efecto suelo también tendremos batallas más reñidas».
«Con la ampliación en cinco curvas más, especialmente la curva 6, donde los conductores pasarán a 150 km/h y ya no a 90 km/h, se producirá un aumento significativo de las fuerzas G», añadió Westacott, aclarando que el Albert Park será más rápido.
Tras 25 años, la pista de Melburne fue completamente repavimentada, un proyecto que culminó tras 4 o 5 años de trabajo. El Gran Premio de Australia será la tercera parada en el mundial de F1 y se desarrollará el 10 de abril.