Gabriel Díaz Rodríguez
Algo muy normal en la F1 es que la mayoría de equipos tengan su sede en Reino Unido en un lugar cercano al trazado de Silverstone para que tanto personal como los ingenieros no tengan motivo de irse del equipo.
En un equipo de F1 existen muchos empleados en cada zona y el riesgo que uno se vaya y se lleve información del coche, como pasó con el Spygate en 2007 donde Mclaren espiaba a Ferrari gracias a que un exempleado de esta última (Stepney) le pasaba información a un empleado de Mclaren (Coughlan) y los de ‘Woking´ sabían de todo esto.
Pero claro, no siempre se puede detener a un empleado incluso ofreciéndole un mejor salario o también un mejor cargo en el equipo, y esto le ha pasado al equipo Red Bull con el que ocupaba el cargo de ingeniero y jefe de la aerodinámica, Dan Fallows.
Para esto, existe la cláusula contractual, llamada también ‘gardering leave’. Esto hace que un empleado tenga que esperar cierta cantidad de tiempo para unirse a otro equipo, razón por la que Red Bull ha querido demandar a Fallows y a Aston Martin.
Algunas fuentes explican que Fallows avisó a los seis meses según dice su contrato, pero en Red Bull dicen que esos seis meses se activan cuando el contrato finaliza, es decir, el 31 de diciembre de 2022, y haría que Fallows tenga que esperar hasta mitades 2023 para unirse a Aston Martin.
Después de esto, Red Bull trasladó a Fallows a la Red Bull Technologies, alejándolo de las carreras, cosa que el ingeniero no aceptó, rompiendo relaciones con el equipo, pero este hecho no le quita la cláusula antes mencionada.
A pesar de la argumentación dada por los ‘toros rojos’, Fallows y Aston Martin no se rinden y presentaron una apelación al caso que se reanudará a finales de enero.