Julián García
La temporada de Portland está en su momento más irregular, y las tensiones internas parecen incrementarse según informó The Athletic. Es por esto que su principal figura Damian Lillard no está contento con los movimientos que hizo la franquicia en pretemporada.
Lillard había solicitado cambios significativos para afrontar la temporada, sin embargo en las oficinas centrales no los hicieron realidad. A pesar de traer al nuevo entrenador Chauncey Billups, los problemas en defensa persisten y acumulan 6 derrotas en los últimos siete partidos.
Damian Lillard quiere a Ben Simmons
Según han informado los periodistas de The Athletic Shams Charania y Sam Amick, el base quiere que Portland mueva la ficha por Simmons para dar solución a los problemas actuales de la franquicia.
El actual proyecto del equipo de Oregón parece que no tiene una solución. El equipo tiene a la peor defensa de la NBA, pero puede que la llegada de Simmons pueda ser un aliento para el equipo.
El base de los Sixers sigue anclado en un problema que parece no tener solución con su franquicia. En verano, pidió su traspaso pero sin mucha suerte, ya que su contrato dificulta su salida.
El cinco veces All-Star está bajo contrato hasta la temporada 2024-25, estando esta última sujeta a una opción de jugador por valor de 48,7 millones de dólares. Sus promedios este curso han disminuido de forma notable hasta los 21,5 puntos y 7,8 asistencias.
La oferta que realizó Blazers por Ben Simmons
Según los periodistas citados, Portland habría ofrecido a McCollum y una primera ronda del draft a cambio del base. El acuerdo también podría incluir a Anfernee Simons y Nassir Little, sin embargo, los 76ers solicitaron incluir varias rondas futuras y swap picks, a lo cual los Blazers se negaron.
The Athletic recalca que no está claro si la oferta todavía se encuentra sobre la mesa. Lo que si está claro, es que Lillard sigue presionando a la franquicia para que mejore la plantilla y su deseo de jugar con Simmons se mantiene.
Damian Lillard afronta su peor inicio de temporada desde hace siete años, con un promedio de 21,5 puntos por partido y apenas 30% de triples. Esto acompañado a unos Blazers que no parecen tener un rumbo claro. Si la franquicia no toma medidas, puede que el propio Lillard vea su salida, como ya se insinuaba en verano.